jueves, 10 de noviembre de 2016

Dia 3: Parque nacional Tierra del fuego y Presidio

Pues esta vez tampoco habíamos tenido jet lag, o como se diría en español, descompensación horaria, a ver si nos acostumbramos a usar nuestro idioma ;)

Cuando estas cansado duermes como un tronco, al menos en nuestro caso, nos habíamos acostado bastante pronto, así que a pesar de haber madrugado, nos levantamos frescos y descansados.

Teníamos contratada la excursión a Tierra de fuego y nos pasarían a recoger en torno a las 8 de la mañana, nos habían dejado un aviso el día anterior de la hora que nos pasaría a recoger.

Antes fuimos a desayunar al comedor en la tercera planta (hotel Mustapic) con esas vistas tan buenas de la bahía.

El desayuno era una especie de bufet/autoservicio en el que tenias café, leche, infusiones... ilimitados y una cesta con medias lunas también ilimitadas. También había dulce de leche para acompañar.


La verdad es que las medias lunas (una especie de cruasanes) estaban muy buenas, las mejores que comimos en todo el viaje, y acompañadas de dulce de leche, para chuparse los dedos, literalmente.

Las vistas desde el comedor, como ya dijimos, preciosas también.
EXCURSIÓN PARQUE NACIONAL TIERRA DE FUEGO
Con unos minutos de antelación nos vinieron a recoger al hotel para ir a la excursión al Parque nacional Tierra de fuego. La excursión la habíamos contratado a través de la web http://www.interhabit.com/ aunque luego el operador de la excursión era una empresa local llamada Rumbo sur. No sabemos si se puede contratar la excursión directamente con ellos pues la web está permanentemente “en construcción” http://www.rumbosur.com.ar/

El precio de la excursión fue de 36 € cada uno y los pagamos directamente a través de interhabit en euros. Lo contratamos con ellos porque era el mejor precio. Nos planteamos hacerlo en algún tipo de autobús que habíamos leído que existía, pero luego no se como podríamos movernos por dentro del parque, apenas encontramos información de horarios, paradas, etc. También nos planteamos alquilar un coche, pero los precios son muy muy elevados para 2 personas, si fuésemos 4 sería la mejor opción.

Entregamos el vale (o voucher como allí lo llaman) de la reserva a una chica que se bajó a recogernos y nos subimos al autobús. Hizo alguna parada mas a recoger gente en otros hoteles, uno de ellos estaba subiendo hacia la montaña y subiendo allí comenzó a nevar.

El día estaba frío y oscuro, tal y como nos imaginábamos y esperábamos esta zona tan cercana a la Antártida.

Muy pronto llegamos a la primera parada, antes de entrar en el parque nacional. Se trataba del punto de salida del famoso “Tren de fin del mundo”.
Ferrocarril austral fueguino o Tren del fin del mundo
A finales del siglo XIX el gobierno federal instaló una colonia penal en Ushuaia, llegando los primeros prisioneros condenados en 1884. El objetivo era colonizar y poblar esa zona tan alejada.

El tren de los presos, comenzó a funcionar en 1909 hasta 1952. En sus comienzos sirvió como medio transporte de mercancías, primero para la construcción de la Prisión Nacional de Ushuaia y luego principalmente para leña, muy necesaria para calentarse del intenso frío que hay en esas latitudes. Los trabajadores principalmente eran los propios prisioneros.


Recuperado para el turismo actualmente se pueden revivir los últimos 7 km. del antiguo recorrido del tren de los presos, el cual partía desde la cárcel de Ushuaia hacia la ladera del Monte Susana.


Como ya sabíamos, el precio del tren no iba incluido en la excursión, y no teníamos previsto contratarlo ya que es tremendamente caro y solo son 7 kilómetros, es decir unos minutos.

El viajecito en tren para un adulto costaba 690 AR$ ( algo más de 40 euros) una timada. Para niños o residentes de Tierra de fuego era algo más barato. También había otras opciones preferentes aún mas caras, que sinceramente para 10 minutos de trayecto no se que te pueden dar o hacer para que pueda merecer la pena, aunque te ceben a caviar o jamón de pata negra.


Aunque la entrada al parque nacional estaba un poco mas adelante, antes de bajarnos del bus le pagamos a la guía la entrada, tanto los que iban en tren como los que no. El precio para extranjeros era de 210 AR$ (~ 12 €). Aunque era más barato para Residentes Argentinos 90 AR$, residentes Mercosur 130 AR$ y Estudiantes 40 AR$


Así pues nos bajamos, y la mayoría de la gente que venia en el autobús pago también la entrada al tren, pero nosotros no, y nos alegramos de nuestra decisión, al final nos salió muy bien la cosa, o eso creemos.

Aprovechamos para sacar unas fotos mientras arrancaban las locomotoras y alguna foto más por el entorno.



El edificio de la estación era muy bonito y tenia cosas interesantes en el interior, una especie de museo, fotos históricas... además de tienda de recuerdos y cafetería.


Un poco antes de que la gente se subiese al tren, la guía nos reclutó para subir al autobús y continuar hacia la estación de destino del tren.


Al poco de partir estaban la caseta al parque nacional, le mostramos las entradas a un señor que se subió y continuamos ruta hasta la (1) estación de destino del tren.

La guía nos propuso hacer una caminata por el bosque por cerca de las vías, y la verdad que fue una gran decisión



Mientras paseábamos por el bosque, la guía nos mostró como los troncos de los arboles estaban cubiertos de "barba de viejo" que es un liquen que se encuentra en todo el bosque fueguino, especialmente sobre los ñires (arboles más comunes en este parque nacional). La "barba de viejo" tiene la forma de un conjunto de hilos colgantes de color verde claro. No es un parásito, no le hace daño a la planta, sólo la utiliza como apoyo.


Como curiosidad, solo unas semanas atrás habíamos oído hablar por primera vez de la "barba de viejo" a nuestro amigo Luis, y es que haciendo una ruta en Asturias, concretamente en Ponga, vimos algunos arboles cubiertos por este liquen. Su existencia es un indicador de la buena calidad del aire, debido a susceptibilidad que tiene ante la contaminación.

Y así paseando, charlando, viendo naturaleza y respirando aire puro llegamos a un camino pegado a la vía dónde esperamos a que pasase el tren.

Pasados unos segundos le vimos pasar bastante despacito por lo que pudimos disfrutarlo con calma, incluso nos atreveríamos a decir que se disfruta más viéndolo pasar, que yendo en su interior, pero bueno no podemos comparar ya que solo conocemos una cara de la moneda.



A nosotros nos gustó mucho la experiencia de verlo así.

Tranquilamente volvimos caminando sobre nuestros pasos hasta la estación de destino del tren, allí nos encontramos con el resto de personas de la excursión y continuamos ruta en el autobús.



Aunque creíamos que se iba a visitar la estafeta de correos en la bahía ensenada, muy cerca de donde estábamos, se saltaron ese punto de la excursión y continuamos hacia el (2) Lago Roca, cuyo nombre viene del presidente argentino Julio Argentino Roca y que originalmente en lengua Yámana recibía el nombre de Acigami, que significa "cesta alargada", últimamente se está comenzando a usar este segundo nombre.


Ahí contemplamos la típica postal patagónica, es decir montañas, bosques y lagos.


El lago, de origen glaciar tiene un largo de aproximadamente 11 km, con un ancho promedio de 1,5 km, ubicándose dos tercios de su extensión ya en territorio chileno.


Tras unos minutos continuamos ruta hasta la siguiente parada, muy cercana, se trata del (3) Centro de Visitantes Alakush, creemos que la única edificación en el parque nacional. Se trata de una construcción bastante grande. Básicamente es un complejo hostelero (bar-restaurante) con unos precios elevados como en Ushuaia, pero también tiene una especie de museo o centro de interpretación sobre la flora, la fauna y la historia de Tierra del Fuego. Nos gustó especialmente unas maquetas a escala real de las barcazas que utilizaban los indígenas que habitaban la zona, y en las que hacían fogatas. Debía ser espectacular la cara que se le quedó a Magallanes cuando veía tanta fogata incluso en las barcas. De ahí el nombre de Tierra del fuego.


Otra cosa interesante, tal vez lo mejor del centro de visitantes, era una torre mirador desde la que se podían ver unas impresionantes vistas.



Cuando ya íbamos a continuar con la ruta, la guía se percató de la presencia de un zorro colorado, uno de los animales más típicos de la fauna fueguina. También había un par de cauquén, una especie de ganso típico de tierra de fuego.



Volvimos al autobús, que cruzó al otro lado del río hasta que se detuvo en un lugar en le que íbamos a realizar una pequeña ruta caminando.


Comenzamos el paseo, mientras la guía nos explicaba detalles, como que la flora fueguina esta compuesta principlamente de dos especies de "hayas del sur", concretamente las lengas y los ñires. Volvió explicar que era la "barba de viejo" para los que habían ido en el tren. Como ya hemos comentado este liquen no es un parásito, no daña la planta y es un indicador de un aire muy puro, sin contaminación. 



En esta zona del parque también nos explicaron otra especie que también estaba acoplada sobre las mayoría de los arboles, se trata del Misodendron, aunque allí lo llamaban por un nombre mucho más descriptivo debido a su forma: farolito chino.  Se trata de una planta semi-parásita, de forma esferica (de ahí lo de farolito chino), provista de hojas para hacer fotosíntesis y una especie de raíces incrustadas en el tronco que absorben la sabia del árbol.


Continuamos paseando por un sendero muy bonito respirando aire puro y disfrutando de la naturaleza

Un poquito después llegamos a una (4) castorera enorme para observar el sistema de diques que los castores han construido y ver el enorme impacto de esta especie. La verdad es que es impresionante de ver.



Los castores fueron introducidos en el año 1946 tras liberar a 25 parejas traídas de Canadá, cuando aún no se tenía conciencia de los problemas que podían ocasionar en el equilibrio natural del ecosistema. Hoy en día son una autentica plaga y se cree que podría haber unas 200.000.

Tras un rato observando aquello volvimos sobre nuestros pasos hacia el autobús de nuevo.


Nuestro siguiente destino era el (5) final de la ruta 3. La Ruta Nacional 3 es una carretera argentina que une el país de norte a sur, desde Buenos Aires hasta "el fin del mundo", es decir Tierra del fuego, ya muy cerca de la frontera con Chile, en un recorrido de 3079 km. Por si fuese poca distancia, esta ruta se la suele considerar como la parte final de algo mucho mas grande, se trata de la ruta panamericana que va desde Alaska hasta el inicio de la ruta 3 en Buenos Aires durante nada más y nada menos que unos 32.700 km (aunque este dato varía mucho según las fuentes), centímetro arriba, centímetro abajo, jajajaja

Nos bajamos del autobús y caminamos unos metros hasta el cartel indicador del fin de la ruta nacional 3. El cartel tiene el siguiente texto:

Parque Nacional
Tierra del fuego
BAHÍA LAPATAIA
República Argentina
Aquí finaliza la ruta Nac. Nº3
Buenos aires 3.079 km.
Alaska 17.848 km.


El dato de la distancia a Alaska no nos encaja con el que teníamos de la distancia por la carretera panamericana, tal vez se refiera a distancia en linea recta, pero vamos que no nos iba a quitar el sueño saber si estaba muy lejos o algo más lejos xDDDD

Allí mismo había otro cartel indicando la posición de tierra del fuego en el mapa.


Tras las fotos de rigor nos dieron tiempo libre para caminar sobre unas pasarelas que tenían varios miradores de la bahía Lapataia desde donde se puede observar un precioso paisaje. También es ideal para el avistamiento de aves marinas. 




En el tramo de vuelta de las pasarelas se encuentra el embarcadero «Puerto Arias», donde al parecer atracan algunos catamaranes turísticos que parten desde Ushuaia, aunque en aquel momento no había ninguno.

Regreso a Ushuaia
Ya estaba finalizando la excursión, volvimos al autobús y regresamos a Ushuaia, nos dieron la posibilidad de quedarnos en el puerto o continuar ruta haciendo paradas por los distintos hoteles hasta llegar al nuestro, pero nos pareció mas rápido ir caminando, así que nos quedamos en el puerto en la zona del cartel del "fin del mundo" y fuimos hacia el hotel andando tranquilamente y disfrutando de Ushuaia. 

Ya era hora de comer, así que tras una breve parada en el hotel para cambiarnos volvimos al Dieguito (Tres cuadras hacia arriba y dos a la derecha en el número 967 de Hernando de Magallanes), esta vez si decididos a probar el cordero patagónico. Como comentamos en la entrada anterior del blog, Dieguito tiene varios locales, la noche anterior habíamos cenado en el restaurante, pero esta vez como había sitio decidimos cenar en el asador/parrilla, aunque la mayoría de gente se lleva a casa la comida ya que solo dispone de un par de mesas altas, como estaban libres y decidimos comer allí mismo.


El personal era extraordinariamente amable, y resolvieron todas nuestras dudas y nos hicieron sentirnos como en casa.


Pedimos un par de empanadas argentinas (25 AR$ cada una) y cordero patagónico para 2 (unos 750 gramos a 300AR$/Kg), patatas fritas. Con un botella de litro de cerveza Quilmes (50 AR$). Total 360 AR$ (~ 21€)

Nos gusto mucho y quedamos muy contentos, si no hubiese sitio en el local de la parrilla, se puede pedir el cordero en el restaurante que esta al lado y te lo llevan.

El cordero patagónico riquísimo y las empanadas creemos que las mejores de todo el viaje.

Volvimos al hotel a descansar un poco y decidir que hacer, ya que teníamos toda la tarde libre. Al final nos decantamos por visitar el antiguo presidio, que ahora es también Museo Marítimo.

Así que después de descansar un poco nos dirigimos tranquilamente hacia allí, llegamos al final de la calle principal (Av. San Martín), y luego subimos unos metro por la calle Yaganes y ya nos encontramos el antiguo presidio.
Museo Marítimo y del presidio
La antigua Cárcel del Fin del Mundo es a su vez el Museo Marítimo, el Museo del Presidio, el Museo Antártico, el Museo de Arte Marino, una Galería de Arte y la historia del desarrollo de la ciudad de Ushuaia.

Está abierto de 10 a 20 hs.

El precio para un adulto era de 300 AR$ (~17 €), aunque como todo en Argentina tiene una enorme inflación y sube de precio como la espuma. También tiene descuentos para residentes Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela), jubilados, menores...


Es un poco caro, aunque tiene la ventaja de que la entrada es válida para todos los museos y 2 días seguidos, y lo mejor de todo es que incluye visita guiada, de diciembre a marzo: 11:30 hs, 16:30 hs y 18:30 hs. De abril a noviembre: 11:30 hs y 18:30 hs.


Pagamos las entradas y como aún quedaban unos 45 minutos para visita guiada de las 18:30, aprovechamos para visitar la zona del museo marítimo, que es la que estaba nada mas entrar. En ella se pueden ver sobretodo maquetas de barcos, y también grabados y mapas antiguos que hacen referencia a temas marítimos.

También hay importante material sobre la historia de Ushuaia, los antiguos pobladores, los indios canoeros, la arquitectura fueguina.


Nos gustó especialmente las referencias a la expedición del español Magallanes que fue la que descubrió Tierra del fuego en 1520 y posteriormente la primera vuelta al mundo.

Ya faltaba menos para la visita guiada, pero aún nos quedaba un rato para ver uno de los módulos de la prisión (museo del presidio), donde estaban las celdas distribuidas en dos plantas. Dentro de algunas celdas figuras de presos, como si fuesen de un museo de cera y vestidos con el traje que llevaban los presos a rayas azules y amarillas.



Entre las celdas había colgadas fotografías y curiosidades muy interesantes sobre el antiguo presidio.



Paseamos por las dos plantas viendo las celdas y echando un vistazo a todo, y fuimos hasta el patio central del que partían los distintos módulos de la cárcel. Ahora tiene una cafetería.

Uno de los módulos que se puede visitar es el pabellón histórico, que está sin restaurar, pero en el que se puede ver como era aquello cuando estaba en funcionamiento. No me quiero ni imaginar el frió que podían pasar los presos ahí.



Ya era la hora de la visita guiada, así que volvimos al pabellón que alberga el museo del presidio para comenzar la visita. Había bastante gente pero la guía tenía un micrófono con altavoz.


La visita guiada de una hora de duración fue muy interesante, no vamos a entrar en detalles para no desvelar toda la información, pero se hizo muy entretenida, contando historia de presos famosos, intentos de fuga, anécdotas curiosas, explicación de la construcción y uso del tren del fin del mundo.

Después de recorrer el pabellón llegamos al patio central donde al guia continuó con sus explicaciones cuando nos fijamos que había un chico con una chaqueta del Real Oviedo, nuestro equipo de fútbol. Para nosotros fue increíble, tan lejos de nuestras casas, en el fin del mundo encontrarse una alguien con una chaqueta de un club de una ciudad pequeña. Es curioso pues nos pasa muy habitualmente encontrarnos gente de nuestro equipo por el mundo. Por suerte yo también llevaba una sudadera del Oviedo y le fui a decir al chico ¿que hace uno del Oviedo en el fin del mundo? Jajaja el también se sorprendió.

El tramo final de la visita fuimos a ver una replica del autentico faro del fin del mundo que hay saliendo por una puerta, Este faro no es el que se puede ver en la navegación del canal Beagle, sino que estaba algo más lejos. La historia es bastante interesante. La explicación la hizo en el interior de la replica del faro.


Ahí finalizó la visita y pudimos estar un rato de charla muy entretenida con el chico de Oviedo y su pareja. Nos hizo mucha ilusión esta coincidencia, y pasamos un muy buen rato. Viajar tiene estas cosas tan bonitas. Algunos chicos argentinos nos preguntaron por nuestro equipo, allí son fanáticos del fútbol y el Oviedo tuvo varias estrellas argentinas en el pasado.


Nos despedimos de nuestro nuevo amigo, y seguimos un buen rato visitando el museo, repasando con más detalle lo que habíamos visto, y algunos módulos que nos quedaban pendientes de ver (galería de arte, galería de fauna austral, Ushuaia antes... )

Habíamos dudado en entrar por el precio, pero al final mereció la pena mucho.
Cervecería Dublin
Tras finalizar la visita volvimos al centro del pueblo a tomar una cerveza y ver un poco de un importante partido de clasificación de la selección argentina, nada más y nada menos que contra Brasil. Elegimos la cervecería Dublin, un bonito local de estilo irlandés. Los precios bastante altos como en toda Ushuaia, las cervezas de 65 AR$ (~4€) en adelante.


Lamentablemente Argentina hizo un partido horroroso así que mejor ir a cenar. Donde estábamos daban comidas, pero estaba demasiado lleno y decidimos buscar otro sitio. Dudamos si ir a comernos una centolla, porque es lo típico (junto con el cordero patagónico), pero no nos entusiasma demasiado el marisco. Teníamos varios apuntados, el más famoso La Cantina Fueguina de Freddy, pero había otros como chicho`s, el viejo marino... En el hotel (mustapic) nos habían recomendado uno justo enfrente, el María Lola, que seguramente fuese el mejor calidad-precio, parecía muy elegante, pero los precios al parecer no eran demasiado elevados en comparación. Pero al final nos entró antojo de Pizza, otro de los platos típicos de Argentina, además nos encanta la pizza, (en Madrid vamos mucho a una pizzería argentina, Mastropiero en Malasaña) así que nos decantamos por el restaurante El Turco.
Restaurante El Turco
Esta en la calle principal, Av. San Martín 1440, un pelín alejado del la parte central de la calle, pero cerca igualmente.

Tiene unos precios muy buenos, por suerte llegamos en el momento exacto porque en cuanto nos sentamos el local se llenó a tope.


Nos pedimos una botella de vino (90 AR$), 2 empanadas (25 AR$ c.u), una pizza, que se podía pedir por medias, así que pedimos media de un tipo y media de otro (130 AR$ y 140 ARS$). Servicio 5 AR$, en total 420 AR$ (~ 25 €)

La pizza nos gustó muchísimo, lo mismo que el vino, las empanadas estaban buenas aunque no tanto como las de mediodía. Durante el viaje descubrimos que nos gustaban más fritas que al horno.

En conclusión, buena relación calidad precio, y un local con mucho ambiente.

Fue una buena forma de terminar el día con un buen sabor de boca.

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