domingo, 13 de noviembre de 2016

Día 6: El Calafate, más glaciares (Ríos de Hielo Express)

Después de uno de los días más espectaculares de nuestra vida tras ver y caminar sobre el glaciar Perito Moreno, este día seguíamos visitando glaciares, en este caso una navegación llamada “Ríos de Hielo Express” por el lago argentino entre icebergs en el que se visitarían entre otros los glaciares Upsala y Spegazzini.

Tras un desayuno más que suficiente en el Hotel Punta Norte, salimos a una terraza que tenían fuera a esperar al autobús que habíamos contratado el día anterior junto con la excursión. Creo recordar que nos había quedado en recoger a las 07:20, pero llegaron bastante más tarde, no paraban de pasar autobuses de otras excursiones, pero la nuestra no llegaba, llegamos a temer que no venía, pero al final llegó.

Contratación de la excursión "Ríos de hielo express"
Aunque ya lo hemos explicado en la entrada del día anterior, vamos a repetir un poco como es el proceso de contratar esta excursión ofrecida por la empresa “Solo Patagonia” situada en Av. del Libertador Gral. San Martín 867.

Tras leer muchos foros y blogs de viajes habíamos visto varias posibilidades para este día y medio que nos quedaba, la que más dudamos fue ir a “El Chalten” es una pequeña población conocida como la Capital Nacional del Trekking y ofrece a uno de los paisajes más bellos de la Patagonia argentina, destaca el imponente Monte Fitz Roy. El problema es que está a unas 3 horas de distancia y nos parecía mucha paliza ir y volver, y que no daría tiempo a ver demasiado. Además de ser exageradamente cara la excursión.

También nos planteamos alguna excursión de Estancia Cristina (http://www.estanciacristina.com) que combinan navegación al glaciar Upsala, visita a la Estancia Cristina (Una enorme granja con cientos de hectáreas), y otra serie de actividades como subir en un 4x4 a un mirador del glaciar Upsala.

Pero al final leyendo en foros y blogs de viajes nos decantamos por “Ríos de hielo express”, aunque es muy caro, es más económico que las opciones anteriores, se pierde menos tiempo en traslados y lo que se puede ver es espectacular también.


Así que tras informarnos en la web http://solopatagonia.com e intercambiar algún que otro mail para completar la información, rellenamos el formulario para contratar la excursión.

Unas horas nos enviaron la confirmación de la reserva y un mail de "mercado pago" que es una plataforma para el pago online, con un enlace para proceder al pago. Este proceso es más sencillo y seguro que el del pago del minitrekking.


Tras el pago recibimos un voucher con la confirmación del pago, pero que debería canjearse por el boleto de embarque el día antes de la excursión en la oficina (Av. del Libertador Gral. San Martín 867). El precio también altísimo, 1650 AR$ (~ 95€) por persona.

Por otro lado el transporte de la excursión es operado por una empresa ajena a Solo Patagonia, no hacen reservas online pero la empresa tiene disponibilidad asegurada. También, como ya hemos contado en la entrada anterior (de este blog), hay contratarlo en la oficina el día previo a la navegación en el horario de atención, de 09:00 a 12:30 hs. y de 16:00 a 20:00 hs. El precio del transporte era de 300 AR$ (~17 €) por persona, en aquel momento (Noviembre 2016).
Trayecto a Punta Bandera
Ya por fin nos recogió el autobús, donde mostramos el resguardo del viaje, eran muy insistentes en que llevásemos el boleto para la navegación, pues debe ser frecuente que se olvide a la gente.

Y ya partimos hacia el puerto de salida de la navegación, llamado Punta Bandera, a donde llegamos en menos de una hora.

Allí tuvimos que hacer una pequeña cola para sacar el ticket de Acceso al Parque Nacional Los Glaciares que como ya comentamos, por aquel entonces era de AR$ 330,00 (~19,46 €).

Es un poco indignante que te cobren 2 días seguidos esa tasa, que menos que sirviese para dos días o hubiese al menos un descuento.

Antes de acceder al muelle tuvimos que mostrar el ticket de acceso al parque pero apenas miraron para él, nos dio pena no haber probado con el del día anterior, seguro que hubiese colado, pues solo cambia la fecha. No nos gusta hacer trampas, pero en este caso nos hubiese parecido justificado.


Ahora si montamos en la embarcación, de dos plantas, nosotros nos colocamos en la parte superior. Ambas plantas tienen un parte interior con asientos, pero también puedes salir al exterior todo alrededor para ver mejor los glaciares e icebergs.

También hay una cabina vip en la que te dan comida y bebida, y el precio se dispara. No creemos que merezca la pena.

Comenzamos la navegación "Ríos de Hielo Express"
Partimos en torno a las 9:00 horas de puerto bandera, al poco de comenzar la navegación atravesamos la Boca del Diablo (parte más estrecha del lago) para acceder al Brazo Norte del Lago argentino. Cada poco por megafonía nos daban explicaciones de lo que íbamos a ver.


Según nos adentrábamos en el brazo norte íbamos viendo pequeños icebergs.

Ya enseguida llegamos a uno bastante grande, en él, el catamarán se detuvo un buen rato para que lo pudiésemos ver y fotografiar con tranquilidad.

comparativa entre el tamaño del barco y el iceberg


Se detuvo durante bastante tiempo en varios puntos alrededor para que lo pudiésemos observar desde todos los ángulos.


Es curioso el color azul que toma el hielo de los icebergs.


Seguimos navegando un rato disfrutando del paisaje hasta que entramos en el canal Upsala, un brazo del lago que va a dar al glaciar del mismo nombre.

Este canal tiene también pequeños icebergs o témpanos como se dice en español, vamos a procurar utilizar ese término a partir de ahora.

Llegado un punto de la navegación el catamarán se detuvo, aún estábamos bastante lejos del glaciar Upsala, pero ahí se quedó para que lo observásemos y sacásemos fotos.






Creemos que no se acercó porque podía haber muchos témpanos a partir de ahí y no nos fuese a pasar como el Titanic, pero la verdad es que fue una pequeña decepción quedarse tan lejos. También hemos leído que en alguna ocasión se produjeron grandes desprendimientos de golpe y puede resultar peligroso acercarse demasiado.

Aun así pudimos apreciar la magnitud de este glaciar, el mayor de Argentina, un coloso de 870 km² y 60 km de longitud.

Desde el barco se aprecia su frente oeste. Aun así las fotos son peores de cómo se veía en realidad, es lo malo de no tener una buena cámara. Pero es un gran coloso, enorme, inmenso...

Tras un buen rato allí observando este espectacular glaciar avanzamos unos metros para una nueva parada en otro témpano bastante grande, donde también estuvo un rato para que lo observásemos desde distintos ángulos.






Después de un buen rato partimos de nuevo para ir saliendo del canal Upsala, con las ultimas vistas del inmenso glaciar al fondo.



Durante la travesía de este canal empezaba a salir el sol y seguimos viendo más témpanos.



Después del canal Upsala, entramos en el canal Spegazzini, tras navegar unos minutos y antes de llegar al glaciar que da nombre al canal, pudimos ver el glaciar seco.


Este glaciar tiene la característica de que el “río de hielo” no llega a desembocar en el lago, quedándose a unos cuantos metros, de ahí su nombre.


Por último nos fuimos acercando al Glaciar Spegazzini, que con sus 130 metros sobre el nivel del lago, es el más alto de Argentina.

Ya desde lejos se veía mucho mejor que el Upsala, aun así cada metro que se acercaba era motivo de alegría.



Por suerte en esta ocasión se acercó al mismo pie.





Este glaciar sí que nos gustó e hizo que esta excursión mereciese la pena. Tenía un azul intenso, mucho más que los otros glaciares que habíamos visto, además al tener mucha más altura y ser mucho más empinado se veía muy bien.




Además aquí el catamarán estuvo detenido mucho tiempo por lo que pudimos disfrutar de sobra de ese maravilloso paisaje, donde también tiramos decenas de fotos.


Tras esta larga parada el barco zarpó de nuevo, nos colocamos en la parte de atrás del barco para seguir viendo el glaciar.


Y continuamos por el canal Spegazzini, volviendo a pasar por el glaciar seco hasta que llegamos brazo norte.


Ya eran los últimos minutos de navegación en la que pudimos seguir disfrutando de los témpanos de esta parte del lago.

También aprovechamos para comer la vianda que habíamos comprado el día anterior, pues desde antes de las 8 ya teníamos un poco de hambre.

En la parte final volvimos a cruzar la boca del diablo, para finalizar en torno a las 14:00 horas, las 5 horas de navegación.
La conclusión de la excursión es que esta bien, sobretodo el glaciar Spegazzini, solo por eso mereció la pena la excursión, aunque decepciona un poco ver desde tan lejos el glaciar Upsala, creo que el precio de la excursión es excesivo.

Como ya comentamos en la entrada sobre el trekking del Perito Moreno, estas excursiones ganarían mucho haciéndolas con un coche de alquiler, ya que una vez que pagas la entrada al Parque Nacional Los Glaciares, y siendo aún las 14 horas, tendríamos toda la tarde para acercarnos de nuevo a las pasarelas del perito moreno.
Vuelta a El Calafate
Pero bueno, tocaba partir en el autobús hacia El Calafate, a donde llegamos en menos de una hora.

El autobús nos dejo donde el hotel, a donde fuimos a descansar un poco, aunque nos comimos unos alfajores antes, que buenos estaban.

Después nos dedicamos a pasear por el Calafate y fisgar un poco por las tiendas a ver si nos apetecía comprar algún recuerdo.

Aveces también apetece estar tranquilo, sin prisas ni horarios marcados para disfrutar realmente del viaje y de todo lo que has visto.

A las 6 teníamos previsto volver a la "hora feliz" de la cervecería "La zorra", justo antes nos encontramos a una pareja de Almeria que habíamos conocido en la excursión, estuvimos hablando con ellos un rato y les recomendamos el restaurante de la noche anterior.
Happy hour en cervecería "La zorra"
Y ya a las 6 entramos a pedirnos un par de pintas, como ya comentamos en la entrada anterior, tienen 10 tipos de cervezas artesanales. Escogimos 2 distintas al día anterior, por 50 AR$ (~3€) cada pinta.

Estaban muy buenas, aunque las pedimos de una graduación alta y pegaban bastante, así que decidimos pedirnos algo de comer que por lo que vimos por las mesas todo tenia buena pinta.

Nos pedimos una piadina, una especie de focaccia con muzzarella, tomate, albahaca y aceite de oliva por 75 AR$ (~4,5€)


Tardaron un poquito en servirla, pero mereció la pena la espera, estaba muy buena, no seria mala idea cenar allí un día.

Antes de que dieran las 7 nos pedimos otra cerveza y estuvimos allí un buen rato disfrutando y reviviendo todo lo que habíamos visto hasta ese momento en el viaje. Como había wifi también aprovechamos para escribir a la familia.


Hicimos un poco de tiempo paseando por la ciudad...


...hasta que decidimos ir a cenar, en esta ocasión decidimos repetir en "El braserito"
Cena en "El braserito", el primer Bifé del viaje
Teníamos intención de probar el bifé de chorizo, un corte similar a lo que en España conocemos como entrecot.

Al mirar a la pizarra vimos que dentro estaba la pareja de Almería terminando de cenar. Entramos a saludarles y contentos de que les hubiese gustado nos sentamos a cenar en otra mesa.

Nos pedimos un par de empanadas argentinas, Inés se pidió un plato de cordero y yo me pedí el BIFE. Para beber una jarra de vino.

El restaurante no estaba tan lleno como el día anterior, porque aún era pronto. Enseguida nos llegaron las empanadillas, muy ricas.

Pero lo mejor estaba por llegar, el primer contacto con el Bifé. Sencillamente espectacular, una de las mejores carnes que había comido en mi vida.


El cordero que se pidió Inés también estaba muy bueno, nos intercambiamos algo uno y otro.

El viaje a Argentina tenia muchos alicientes, el perito moreno, las cataratas de Iguazú... pero la gastronomía es una de las que cosas que más recordaremos de esos días.


Aunque nos estaba pareciendo muy caro casi todo en el sur de Argentina, la carne tenia un buen precio, un entrecot de esos en España te costaría un ojo de la cara.

Al final pagamos tan solo 453 AR$ (~ 26€)

Tras la cena dimos un paseo a ver si encontrábamos algún sitio para tomarnos una cerveza, pero como ya comentamos el fuerte de el calafate no era la marcha nocturna, al menos nosotros no la vimos.


Así que decidimos tomarnos una cerveza en el hotel mientras veíamos la tele antes de dormir, a pesar de que al día siguiente no encestábamos madrugar pues el avión salia a las 15:25 h.

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